MARIA LOLGI
EL BOSQUE . Nos sumergimos en él, con sus laberintos, porque es el refugio que necesitamos, y a su vez, el bosque nos necesita, como al agua y al sol. Somos uno, a veces perdidos, a veces iluminados, fuertes o débiles, solos o acompañados. Cuidar el bosque equivale a cuidarnos, como cuidar a los seres que amamos y a nosotros mismos. Debemos abrazar la naturaleza, permitir que los rayos de sol y las estrellas penetren nuestras ramas, dejar caer nuestras hojas para que vuelcan a brotar en un ciclo eterno. Plantemos sueños con forma de arboles fuertes, con conciencia y con amor sostenible.